La invisibilidad de los latidos.

Es muy tarde pero, como cada noche, enciendo el ordenador y me pongo a trabajar un rato. Pasan algunos minutos de la media noche y sigo dándole vueltas a un nuevo artículo. Ha sido un día agotador pero hay que acabar algunas cosas, así que hoy tocará sacrificar algunas horas de sueño de nuevo.

Y es que desde hace algunos años los días acaban de la misma forma, sentada ante una pantalla, trabajando, escribiendo artículos y revisando las redes donde siempre encuentro artículos interesantes, apps para revisar, nuevas iniciativas y proyectos. Son entre tres y cuatro horas diarias que acaban siendo siempre insuficientes para abarcar todo lo que debería, pero que son necesarias para seguir adelante con el proyecto. Pero el mio no es un caso aislado, conozco muchos casos idénticos, personas que, tras su jornada laboral y el cuidado de sus hijos, dedican muchas horas a trabajar para levantar una iniciativa, para crear y compartir ideas, para concienciar y visibilizar el autismo.

Y es que uno de los mayores enemigos del autismo es la invisibilidad. No solo del trastorno, sino de muchos aspectos que lo rodean, como el gran trabajo que están realizando de información, formación y concienciación social las familias de las personas con autismo. La nuestra es una tarea silenciosa pero constante, en la que cada uno aporta en la medida de sus conocimientos y experiencias personales pero que en conjunto forma una red de información muy importante para otras familias y profesionales. Son horas robadas a la vida 1.0 y al sueño, que resultan invisibles a muchos ojos pero que nos aportan grandes experiencias personales y profesionales.

Dice una frase de Albert Espinosa que “Se ha de latir muy fuerte para que el mundo sepa que existes” y nosotros lo hacemos, nos esforzamos por seguir latiendo, algunos días con más fuerza, otros algo más desanimados, pero sin rendirnos. Seguimos trabajando para conseguir que nuestros hijos encuentren su lugar en el mundo y para que la sociedad facilite y potencie esa búsqueda, seguimos latiendo, cada día un poquito más visibles.