Hoy
María, Anna y Arnau se levantarán pronto para ir al cole,
ronronearán todo lo que puedan para no vestirse y las mamás iremos
estirando de ellos y sus mochilas para salir a tiempo de casa, como
cualquier mañana. Para ellos será una mañana más, en la que no
habrá diferencia con el resto de mañanas, en la que volverán a
lidiar con la rutina escolar.
Hoy
es el Día Internacional de las Personas con Diversidad, un día en
el que hablaremos de muchos aspectos de la vida de estas personas, y
uno de ellos será su situación dentro del sistema educativo. Un
tema que preocupa mucho a las familias porque a menudo nos
encontramos con escuelas poco preparadas, profesoras de Educación
Especial desbordadas, profesores de aula con muy buena voluntad pero
sin formación ni información sobre sus necesidades.
Más
allá de días concretos, deberíamos ser capaces de conseguir una
vida entera de calidad para estas personas, intentar al menos ir
reduciendo los obstáculos con los que se encuentran a diario.
Conseguir una escuela inclusiva real, que beneficie a los alumnos con
necesidades educativas especiales y que se beneficie de la riqueza
que aporta la diversidad.
Mi
esperanza es que, días como hoy, nos ayuden a hacernos un poco más
visibles, conciencien a una sociedad aún poco preparada para aceptar
la diversidad y nos faciliten el camino para seguir trabajando y
conseguir que niños como María, Anna y Arnau logren encontrar su
lugar en su escuela y en el mundo.
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