No
se hacer “selfies” y mi hijo se ríe continuamente de mi porque,
por más que lo intento, no hay manera de conseguir una imagen que
muestre más allá de un trozo de pañuelo, de cuello o media cara
con expresión más que ridícula.
Él
es lo que Mark Prensky acuñó con el término de “nativo digital”,
y que define como aquellas personas que, rodeadas desde temprana edad
por las nuevas tecnologías, desarrollan otra manera de pensar y de
entender el mundo. Yo, en contraposición, soy lo que Prensky
denomina “inmigrante digital” y define como la persona nacida y
educada antes del auge de las nuevas tecnologías.
Conoce
y utiliza muchos dispositivos digitales y navega por internet con
soltura, pero esto no quiere decir, ni mucho menos, que conozca o
utilice todo su potencial, ni que identifique las reglas más básicas
de etiqueta de las red.
Es
por eso que, el aprendizaje del funcionamiento de cualquier
dispositivo debe ir acompañado de una formación sobre el buen uso
del mismo. En el caso de las personas con diversidad funcional, y más
concretamente en las personas con Síndrome de Asperger, esta
formación debe ir muy enfocada a las reglas sociales de la red, el
reconocimiento y correcto uso de los emoticonos y la adecuación
social de la información escrita y/o gráfica que compartan en la
red.
Este
acompañamiento es imprescindible porque de lo contrario encontrarán
grandes dificultades en el uso, por ejemplo, de las redes sociales.
En estos entornos las reglas de uso no están escritas y varían
constantemente en función de la red que utilicen (laboral, educativa
o social) y de la persona o personas con que interactúen. Por otro
lado, no hay una regla fija ni es posible crear dinámicas de
previsión para que puedan reaccionar ante las diferentes situaciones
que pueden surgir.
Sigo
sin saber hacer “selfies” por mucho que se empeñe en enseñarme,
con mi reflex, en cambio, los autorretratos se me dan genial!
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