Las
nuevas tecnologías están protagonizando una revolución en las
aulas de nuestras escuelas, esto es un hecho indiscutible, pero
¿estamos preparados para afrontar este nuevo reto? Las TIC se
presentan como herramientas facilitadoras en los procesos de
aprendizaje de nuestros alumnos, generadoras de nuevas tendencias
metodológicas y un recurso inclusivo para las personas con
necesidades educativas especiales.
Pero no es tan fácil. La tecnología en si no es más que una herramienta, necesita una base metodológica con la que integrar correctamente estos dispositivos. Para algunos profesores las TIC son unas desconocidas, las consideran distractoras para los alumnos y las ven como un substituto del profesorado, por lo tanto no las utilizan. Para otros son como una máquina de escribir moderna, continúan realizando las mismas actividades pero en formato TIC.
Las
TIC no dejan de ser herramientas y como tales se deben utilizar
cuando aporten valor añadido a las actividades. El uso de la
tecnología por la tecnología no es un buen principio educativo,
debemos elegir las herramientas en función de las necesidades de
nuestros alumnos, no adaptar las actividades al dispositivo con que
contamos. Durante años los centros se han dotado de material
tecnológico sin tener en cuenta las necesidades del mismo.
Dotaciones que no han ido acompañadas de una formación para los
profesores que les enseñara a trabajar con esos dispositivos, que
les ayudase a integrarlos de forma correcta en las aulas. No se trata
de que tecnología utilizar sino de que contenido o procedimiento
educativo queremos trabajar, de las habilidades que queremos
potenciar en nuestros alumnos y en base a eso determinar que recursos
utilizar.
El reto va más allá de tener más o menos herramientas tecnológicas y conocer su funcionamiento. Como defiende Richard Gerver, " La transformación de la educación no requiere de una gran inversión. Estamos ante una transformación humana. El cambio está en conseguir atraer a los jóvenes a través de la emoción y la creatividad, usando la imaginación. Eso no cuesta dinero. Cuando se habla de nuevas tecnologías siempre nos quedamos en llenar las clases de ordenadores, pero es absurdo".
El reto va más allá de tener más o menos herramientas tecnológicas y conocer su funcionamiento. Como defiende Richard Gerver, " La transformación de la educación no requiere de una gran inversión. Estamos ante una transformación humana. El cambio está en conseguir atraer a los jóvenes a través de la emoción y la creatividad, usando la imaginación. Eso no cuesta dinero. Cuando se habla de nuevas tecnologías siempre nos quedamos en llenar las clases de ordenadores, pero es absurdo".
Cuando
hablamos de alumnos con necesidades educativas especiales el reto es
aún mayor, ya que las tecnologías más utilizadas en los centros
educativos son poco accesibles y presentan más barreras que
soluciones. Así pues es hora de hacer cambios, buscar soluciones
creativas e ir un paso más allá.
Como señala Richard Gerver,“El verdadero reto de la Educación es preparar a personas para el futuro, preocupándose más por el viaje, por el proceso, que por los resultados”. Es hora de salir de nuestra zona de confort y empezar a innovar desde los centros, creando nuevas experiencias educativas para nuestros alumnos y empezando a recorrer el camino para conseguir nuestro reto!
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