...por
mucho que lo intento no puedo cerrar la maleta. En solo diecinueve
horas hemos vivido muchas emociones y me las quiero llevar todas
metidas en el equipaje. El sábado estuvimos en Valencia,
participando en la 8ª
Jornada Amigos del Autismo organizada por Aspau,
que en esta ocasión se centraba en Tecnología y Aprendizaje, en la
que reflexionamos sobre autismo, y como la tecnología podía
potenciar el aprendizaje y hacer el contenido más accesible,
conociendo diferentes iniciativas de profesores y familias.
No
fue una jornada más, fue el encuentro y (re)encuentro con muchas
amigas con las que trabajo virtualmente casi a diario y con las que
he compartido horas de desvelo y preocupaciones a través de un
teclado. Mamás diversas muchas de ellas y grandes personas con un
mismo objetivo: visibilizar el autismo y proponer recursos para
trabajar con nuestros hijos y alumnos.
Las
jornadas son, en gran parte, una excusa para estos encuentros y para
sentarnos un ratito ante una mesa y mirarnos, ponernos al día de
nuestros proyectos y compartir ideas e inquietudes. Son momentos muy
importantes, emotivos, imprescindibles, momentos en los que la vida
se mide en emociones. Y los disfrutamos con la desvirtualización de
Rocío Sotillos, Inma Cardona, a las que llevábamos mucho tiempo
deseando conocer más allá del teclado y con el reencuentro de
buenas amigas como Carmen Saavedra, Miriam Reyes y Amélie Mrg. Como
dijo Rocío, “No fue un “conocernos”, fue un “reencontrarnos”.
Escribo
estas lineas para dar las gracias a todas ellas, por habernos
invitado a ser parte de la jornada, por la hospitalidad y el cariño
con que nos han acogido y por todas las risas, los abrazos, las
palabras de apoyo y tantas y tantas emociones que nos han hecho
sentir estas horas y que ahora nos empeñamos a guardar en la maleta
para no dejarnos ni una, habrá que pensar en buscar una maleta más
grande para el próximo reencuentro! Gracias!
Fue un gran placer que espero que se repita en breve ;-)
ResponderEliminarMil gracias por renunciar a dos días de vuestro apreciado y escaso tiempo libre para regalarnoslos y compartir. Un abrazo (muy real).